El municipio de Guadalupe reabrió a la circulación el paso deprimido que conecta las avenidas Eloy Cavazos con Las Américas, cuyos daños fueron detectados en algunas zonas de muros y losa.
Al llevar a cabo, al pie de la letra el dictamen elaborado por el Instituto de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León, haciendo demolición tipo artesanal, utilizando material de última tecnología, y elaborado incluso fuera de la región o de México, se reconstruyó las áreas afectadas, a través de la técnica de hidrodemolición.
En próximos días, se informó que llegará un sellador especial, que no se elabora en la región, y que tenía como fecha de entrega desde la Ciudad de México, el 21 de junio, y que de acuerdo al dictamen cumplirá con las funciones de impermeabilización y de acabado final a los trabajos de losa y muros reconstruidos.
Para concluir con esta fase, se establecerán horarios de trabajo, afectando lo menos posible la circulación, y que se informarán posteriormente a través de las redes oficiales del Municipio.
El mediodía del sábado, agentes de tránsito retiraron los tambos y señalamientos para reabrir nuevamente la arteria, en donde se detectaron 8 veneros que fueron canalizados a los ductos pluviales, que desembocan en el Río la Silla.
Cabe recordar que, en la rehabilitación, que inició en abril pasado, se utilizaron materiales especiales, como: mortero reparador, pintura contra carbonatación, y ánodos de sacrificio compuestos con zinc; en su mayoría, usados por primera vez en Nuevo León e importados desde Estados Unidos.
Además, se instalaron apuntalamientos metálicos, que ofrecen mayor estabilidad a la estructura en el proceso de reparación de las zonas dañadas en la losa; cuyas reparaciones permitirán un tiempo de vida por hasta 25 años.
Por su, parte, el Jefe del Departamento de Tecnología del Concreto del Instituto de Ingeniería Civil de la UANL, el doctor Alejandro Durán aseguró que optar por la reconstrucción fue la mejor decisión por parte de las autoridades municipales, ya que de haber demolido en su totalidad, el procedimiento habría costado hasta un 95% adicional, hubiera ocasionado un mayor periodo de construcción, ante los permisos a solicitar a Comisión Federal de Electricidad (CFE) y también Agua y Drenaje de Monterrey (AyD); así como un costo triple al erogado.